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En la Sierra de Murcia hay una cima que todo murciano y murciana conoce bien: El Relojero. Subir a la Cresta y seguir por su senda, rodeado de pinos carrascos, es una costumbre tan arraigada como mirar la ciudad desde lo alto cuando se llega a las antenas. El Terrario Relojero nace de ese paisaje familiar, de ese camino que tantas veces hemos recorrido, como un homenaje en miniatura a nuestras rutas más cercanas.
La cima de El Relojero, en plena Sierra de Murcia, da nombre a una de las sendas más populares y queridas de la ciudad. Con vistas al valle, flora mediterránea y un recorrido que forma parte del día a día de muchos senderistas, es un lugar que representa el equilibrio entre naturaleza, esfuerzo y recompensa. Este terrario lleva su nombre en honor a esa conexión con nuestro entorno más próximo. Porque a veces lo más especial está más cerca de lo que creemos.
Este es un terrario cerrado, lo que quiere decir que debe tener una concentración de humedad mínima y más o menos constante, que debe darle la luz, pero de forma indirecta, y que no se debe abrir la tapa excepto para manipularlo en momentos específicos.
Evita la luz directa: Al ser un ecosistema encerrado en un recipiente, la temperatura es mayor que la del exterior. Si le da la luz directa del sol podemos convertir nuestro terrario en un auténtico horno.
Abre solo para regar: Como todos los ecosistemas, tu terrario necesita estabilidad. Cada vez que abres la tapa, se escapa vapor de agua y temperatura del recipiente.
Riega cuando no condense o el sustrato aparezca granulado o seco. ¿Cómo saber cuándo hay que regar? Te lo explicamos aquí.
¿Tienes alguna duda? Echa un vistazo a nuestra página de cuidados para terrarios cerrados y no te dejes nada en el tintero.
Ahora mismo, de forma temporal, solo entregamos el producto de forma local