Terrarismo, o el arte de crear jardines eternos

Ser terrarista es mucho más que hacer terrarios. Es entender cómo funciona un ecosistema en miniatura, combinar ciencia y arte, y cultivar vida en equilibrio. En El Terrarista, acuñamos esta palabra para dar nombre a una pasión que une conocimiento, sensibilidad y oficio artesanal.

Tabla de contenidos

En resumen...

Es una palabra que hemos adoptado y defendido desde El Terrarista para referirnos tanto a quienes diseñan y montan terrarios de forma profesional como a los aficionados que los cultivan con mimo. Combina terrario con el sufijo -ista, que alude a quien practica un arte, una ciencia o una pasión (como “botanista”, “ceramista” o “artista”).

Sí, aunque todavía no está acuñada formalmente. El terrarismo, a su vez, se nutre de otras técnicas y disciplinas «verdes» como los cuidados del bonsái, la jardinería o el terrarismo de animales.

El terrarista trabaja con una perspectiva ecosistémica. No busca solo la estética inmediata, sino la viabilidad a largo plazo del sistema que construye. Un centro decorativo puede ser bonito, pero un terrario bien hecho está vivo y evoluciona. Esa es la gran diferencia.

¿Qué significa la palabra “terrarista”? Aunque suene curiosa, la verdad es que cuando la empezamos a usar fue casi como una broma interna entre nosotros. Pero con el tiempo nos dimos cuenta de que era el término perfecto para englobar a todos los que amamos, creamos y cuidamos terrarios: desde los curiosos hasta los profesionales.

Es un término que hemos decidido acuñar precisamente porque este arte de crear vivarios y jardines eternos merece su propio nombre. Lo que empezó como un chiste ahora es una forma de darle identidad a nuestra comunidad, porque lo que no se define no existe, y ser terrarista significa formar parte de un mundo con sus propias técnicas y pasiones.

Etimológicamente, ¿qué significa "terrarista"?

Lo que empezó como un chiste ahora es una forma de darle identidad a nuestra comunidad: ser terrarista significa formar parte de un mundo con sus propias técnicas y pasiones.

La palabra «terrarista» tiene su origen en dos partes. Por un lado, viene de la palabra «terrario», que a su vez deriva del latín «terrarium», que significa «un recipiente con tierra». Un terrario es, literalmente, un pequeño espacio confinado donde recreamos un pedacito de tierra o, si somos un poco laxos, un ecosistema en miniatura.

Por otro lado, el sufijo «-ista» se usa en español para indicar a alguien que practica, estudia o se dedica a una actividad. Es el mismo sufijo que encontramos en palabras como «artista» o «botanista». Así que «terrarista» es, básicamente, la persona que se dedica al arte y la práctica de crear y mantener terrarios.

En otras palabras, nosotros hemos acuñado «terrarista» porque define a esa comunidad de entusiastas, profesionales y curiosos que comparten esta pasión. Porque ponerle nombre a lo que amamos nos ayuda a darle un lugar especial y a reconocer que el terrarismo tiene su propio arte y su propio oficio.

Terrarismo vs otras artes verdes: ¿qué lo hace único?

Aunque el terrarismo bebe de otras disciplinas como el bonsái o los terrarios de animales y animalarios, tiene su propia personalidad. Toma prestadas técnicas establecidas de esos mundos ya bien acuñados y las adapta a un contexto puramente vegetal y decorativo.

Por ejemplo, muchas de las técnicas de sustratos bioactivos o de mantenimiento del ecosistema las heredamos de la comunidad de terrarios de animales exóticos y acuarios. En estos, al tener que mantener un entorno ideal para seres vivos más exigentes, los amantes y profesionales han desarrollado métodos muy finos que nosotros también podemos usar, aunque sin necesidad de tanta exactitud. Como no solemos tener animales en nuestros terrarios, podemos relajarnos un poco más y centrarnos en el aspecto creativo y estético sin la misma presión que tienen los terraristas de fauna.

Los bonsáis son otra de las disciplinas que aporta muchísimo al terrarismo: las herramientas, las técnicas de poda y alambrado o la confección de sustratos son algunas de las herencias más importantes que se dan en el terrarismo. También influyen muchísimo en cuestiones de confección estética, claro.

En definitiva, un o una terrarista une lo mejor de diferentes mundos y lo convierte en un hobby propio, donde la creatividad y el cuidado de un microecosistema vegetal son los protagonistas.

La Escuela Terrarista es nuestro proyecto para enseñar lo que hemos aprendido y, a la vez, seguir aprendiendo de todos los que se suman a esta pasión

La Escuela Terrarista: aprendiendo juntos

Bajo la etiqueta de «Escuela Terrarista» queremos transmitir y compartir información sobre esta pasión.  Por supuesto que no se trata de una escuela formal, sino de un concepto que vive en varios espacios: en nuestros grupos de WhatsApp, en la newsletter, en los talleres que realizamos y hasta en las consultas directas que nos hacen. En todos esos rincones se refleja esa intención de aprender juntos y de crecer entre todos como terraristas.

En definitiva, la Escuela Terrarista es nuestra manera de ponerle nombre a ese flujo constante de ideas y de conocimiento que compartimos con la comunidad de El Terrarista. Así, poco a poco, todos podemos hacer mejores terrarios y disfrutar más de este arte.

¿Qué te define como terrarista?

Eso lo decides tú. Si te apasiona crear terrarios, cuidar de esos pequeños mundo, aprender y compartir lo que sabes con otros, entonces ya formas parte de esta comunidad. Ser terrarista no tiene una sola definición rígida, es más bien un espíritu: el de disfrutar y cuidar de estos jardines en miniatura y hacerlo con curiosidad y creatividad.

Así que, si sientes esa conexión con el mundo de los terrarios, ya sabes: eres un terrarista. Bienvenido a esta pequeña gran familia donde todos aprendemos de todos.

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